Comenzamos con unas nociones básicas de iluminación para cultivo de marihuana en interior. A pesar de que el ojo percibe la luz como un «continuum», algunas de las lámparas que utilizamos funcionan emitiendo rápidos impulsos en diferentes longitudes de onda. Además también emiten cierta cantidad de radiaciones no visibles, muy beneficiosas para nuestras plantas, como ultravioletas, infrarrojos y el llamado “rojo” lejano, responsable de una de las señales que reciben nuestras plantas para comenzar su maduración. Así pues dejamos claro que por una parte, existen longitudes de onda que el ojo humano no ve pero que son necesarias para el buen desarrollo de nuestras plantas, y que por otro no todos son aprovechados en la función fotosintética.
Cuando calentamos un metal, este pasa por una gama de colores que van desde el rojo al azul, pasando por el rojo claro, naranja, amarillo, blanco y blanco azulado. En función de la temperatura que se produce en ese cambio de color se establecen los «Grados Kelvin».
La temperatura de color se mide en “Grados Kelvin” (ºK) y es la referencia para indicar el color de las fuentes luminosas.
Se establecen tres grupos básicos para el color de las fuentes de luz: Blanco luz día, Blanco neutral y Blanco cálido. Las luces cálidas emiten una coloración que tiende al amarillo y rojo. La luz fría por contra, tira hacia el azul y violeta, y la luz natural blanca es aquella que emite el sol con cielo despejado.
Normalmente se usan fluorescentes para crecimiento vegetativo los denominados «luz día» con temperaturas de color entre 5000º K y 6000º K. Como el espectro que proporcionan es excesivamente azul, es recomendable combinarlos con los del tipo «blanco cálido» de 2700º K a 3000º K para floración e incluso con los «blanco neutral» de 4000ºK.
Con una combinación del tipo cuatro tubos «luz día», dos «blanco cálido» y uno del tipo «blanco neutral» conseguimos cubrir de forma eficiente todo el espectro visible para el cultivo de Cannabis. Todos los fabricantes ofrecen información en los empaquetados de sus lamparas o de forma más extensa en sus paginas web.
En cuanto a las bombillas de HPS o HM podemos encontrar espectros especiales para floración, crecimiento o mixtos.
Las bombillas de crecimiento se sitúan entre unos 6000-6500º Kelvin. Se llama también «Luz Fría», tiene mas azules y menos rojos.
Una bombilla de floración tiene una «Luz Cálida» de unos 2800º Kelvin, de tonos rojizos lo que hace que la floración se desarrolle con más éxito. Por último tenemos las bombillas mixtas que optan por una temperatura de color intermedia unos 3500º Kelvin optimizando así con una bombilla tanto el crecimiento como la floración. Por último y como truco si usamos lamparas de rayos ultravioleta en combinación con nuestras luces mejoraremos la gama y obtendremos mejores resultados.