El plástico reflectante hará que la luz que se disipe hacia las paredes desde los equipos de iluminación regrese a nuestras plantas, transformándola en luz aprovechable. En el mercado hay varios tipos de plástico y de papel reflectante
El más simple es el plástico reflectante Blanco y Negro; es el que ha estado toda la vida y da muy buena reflexión a un precio bastante bajo. Sus características son que cada metro lineal tiene 2m de altura, con lo que cubrimos más superficie que con otros plásticos. Otra de las ventajas es que es bastante grueso, con lo que podremos colocarlo con grapas en la pared y nos quedará completamente tenso y bien colocado. Otro de los modelos de reflectante que vendemos es el papel Diamond Eco que tiene un brillo "amartillado" como los reflectores de cultivo. Refleja muy bien la luz, pero si de algo peca es que es fino y al colocarlo con grapas puede que se nos rompa, por lo tanto tendremos que colocarlo con cinta adhesiva. Por lo demás es uno de los papeles reflectantes que da buenos resultados a un bajo precio. Luego tenemos el Mylar Diamond Lighttite, de los que más reflejan la luz. La luz que rebota en la pared o que no refleje el papel acaba calentando la pared y haciéndola visible a las cámaras térmicas. Este papel tiene la propiedad de reflejar hasta el 97% de la luz que rebota en la pared, con lo que no deja que la pared se caliente y resulta invisible a las cámaras térmicas. Ideal cuando la temperatura del cultivo está regulada, ya que si hace calor dentro de la estancia el calor se verá igual.
Si tu cultivo está algo caliente por dentro lo mejor que podemos usar son los plásticos reflectantes con aislante térmico. Con este tipo de plástico podremos forrar nuestro cultivo y hacer de cámara de aire, aislando el calor del interior de las paredes que dan al exterior. Tu cultivo será totalmente invisible a las cámaras térmicas durante todo el año.
