La Sherblato se caracteriza por su resilencia y su adaptabilidad a distintas condiciones de cultivo, lo que permite que cualquier cultivador, independientemente de su experiencia, pueda obtener resultados notables.
No hay puntos de recompensa para este producto.
En cultivos interiores, la Sherlato se presta especialmente bien a la técnica SCROG. Recomendamos situar 9 plantas por m2 en macetas de 11 litros, con un período de crecimiento vegetativo de 4 o 5 semanas. Tras el desarrollo de al menos 4 nudos, se le puede hacer una poda apical o FIM, seguida de podas normales en las ramas secundarias una semana después. De este modo, las ramas bajas se igualan en altura a las más altas, distribuyendo la luz de manera más eficaz.
La producción de cogollos de la Sherlato no deja indiferente a nadie. En cultivos interiores, puedes esperar fácilmente una producción de entre 400 y 450 gramos por m2, y cada planta de Sherlato en exterior puede rendir más de 500 gramos. Pero si tenemos en cuenta la producción de resina, hay que decir que esta planta es, sin duda, una de las más interesantes del mercado. En exteriores, es fundamental proporcionar suficiente tierra para garantizar la mayor producción posible. Plantarlas directamente en el suelo es la mejor opción, pero si no es viable, recomendamos macetas de al menos 50 litros. Las podas regulares durante el crecimiento vegetativo son beneficiosas, y pueden realizarse hasta principios de verano sin problemas. La Sherlato es una planta que tolera bien los nutrientes, pero preferentemente de origen orgánico para potenciar su excepcional aroma y sabor.
La Sherlato ha conseguido encandilar a todos aquellos que la han probado, ganándose un puesto entre las 3 mejores variedades que han catado en su vida, y eso teniendo en cuenta que hablamos de gente con muchos años de experiencia en el consumo de cannabis. Te animamos a que le des un espacio en tu próximo cultivo y pruebes la Sherlato, puede que te estés topando con el amor de tu vida.
